Begoña Huarte, de Iruñea, y Mikel Zuluaga, de Bilbo, han sido detenidos en el norte de Grecia cuando se disponían a acceder a un ferry con destino a Italia en compañía de ocho refugiados que viajaban junto a ellos, ocultos.

Ambos activistas han dejado una declaración escrita y un vídeo en el que explican los motivos y reivindicando el viaje como un ejercicio de desobediencia civil. Señalan que pretendían desarrollar una acción de solidaridad y de denuncia pública a través de una iniciativa desobediente con las leyes migratorias europeas.

El colectivo ACOGIDA SOLIDARIA/HARRERA SOLIDARIOA me ha enviado un vídeo en el que Mikel y Bego reivindican la acción de desobediencia civil pic.twitter.com/aUK7ckuMnq

— Hibai Arbide Aza (@Hibai_) 2016(e)ko abenduak 28

La acción de desobediencia civil ha sido autofinanciada por personas pertenecientes a diversos movimientos sociales, tal y como han apuntado en su nota. «Una autocaravana salió de un punto de Grecia conducida por Mikel Zuluaga y Begoña Huarte con el objeto de trasladar a ocho personas refugiadas hasta Euskal Herria. Fueron interceptados y detenidos ayer martes 27 de diciembre en el puerto de Igoumenitsa (Grecia), antes de cruzar a Italia».

En el vídeo, asumen las consecuencias de la iniciativa «desde la no colaboración con esta barbarié comparable a otros grandes exterminios de la historia». Subrayan que obedecen a los derechos humano y desobeden a los gobiernos europeos que «han convertido las fronteras en espacios de muerte, detención y deshumanización para miles de personas».

Según explica la abogada en Pikara Magazine, podrían ser acusados de «tráfico de seres humanos», un delito castigado con penas de prisión muy altas en Grecia. Asimismo, apunta al riesgo de prisión preventiva por el hecho de que los detenidos no sean griegos.

Huarte forma parte del Foro Social Permanente, y fue una de sus portavoces durante la jornada sobre convivencia celebrada en el Salón de Plenos del Parlamento navarro, donde realizó la lectura de las conclusiones en una cita en la que participaron víctimas de distintas violencias. Asimismo es muy conocida su actividad en el movimiento popular de Nafarroa.

Por su parte, Mikel Zuluaga es un conocido activista por la desobediencia civil. Fue juzgado en el sumario 18/98, condenado por la Audiencia Nacional y absuelto después por el Tribunal Supremo al igual que sus compañeros de la Fundación Joxemi Zumalabe. Fue autor del documento ‘Piztu Euskal Herria’, que elaboró como marco de reflexión abierto para los organismos sociales y colectivos de Euskal Herria en torno a la desobediencia civil. Baltasar Garzón le encarceló por ello.