En declaraciones a los medios, recogidas por la agencia Firat, Bayik ha anunciado la decisión de la guerrilla de dejar en suspenso el repliegue de sus miembros debido a que Turquía no ha puesto en marcha las medidas «acordadas».

«El Gobierno no ha actuado, lo que demuestra que no quieren la guerra. Detenemos la retirada y ejerceremos nuestro derecho a la legítima defensa ante cualquier operación militar», ha afirmado el dirigente del PKK.

Además, ha advertido a Ankara de que «si intensifica la guerra», los guerrilleros replegados a Kurdistán Sur, bajo administración iraquí, serán enviados de regreso.

No es la primera vez que la organización armada acusa al Gobierno turco de obstaculizar el movimiento de los guerrilleros, ya que una advertencia similar fue lanzada el pasado mes de mayo.

La retirada fue anunciada el pasado 21 de marzo por el encarcelado líder del PKK, Abdullah Oçalan, como parte del proceso abierto con el objetivo de poner fin al conflicto que ha costado la vida a más de 45.000 personas en las últimas tres décadas.

Bayik ha acusado al Ejecutivo turco «no solo de fallar a la hora de desempeñar su parte» en el proceso de paz, sino que le ha recriminado «la intención de engañar a la gente con un paquete de medidas de fingida democracia».

Los líderes kurdos reclaman a Turquía la adopción de medidas previstas en las conversaciones con Oçalan, como impulsar los derechos de los kurdos, incluyendo la abolición de la denominada «ley antiterrorista» bajo la cual miles de kurdos han sido encarcelados acusados de estar vinculados al PKK. 

A través de las reformas también podría garantizarse el derecho a recibir una educación en lenguaje kurdo, así como disminuir el número de votos que necesitan los partidos para entrar en el Parlamento.