La Policía española ha arrestado al joven saharaui Hassanna Aalia por «estancia ilegal» cuando viajaba a bordo de un tren en Burgos, según el diario ‘ABC’.
Pese a haberles enseñado los papeles del recurso contra la denegación del asilo que tiene interpuesto en la Audiencia Nacional, según ha explicado al rotativo el propio Aalia, los agentes le han entregado una orden de expulsión a cumplir en 48 horas.
Posteriormente ha sido puesto en libertad.
En Euskal Herria, como en otras muchas latitudes, se llevaron a cabo numerosas movilizaciones en favor de la concesión del asilo político, ya que Aalia fue condenado a cadena perpetua por su participación en el campamento pacífico Gdeim Izik.
El Gobierno de Rabat emitió una orden de busca y captura contra él, para ser juzgado en febrero de 2013, y esta vez por un tribunal militar, que lo condenó –en rebeldía– a cadena perpetua. Al conocer la sentencia, Aalia pidió asilo al Gobierno español; el pasado 19 de enero, dos años después, supo que su petición ha sido denegada. Está a la espera de conocer el fallo sobre el recurso interpuesto contra esa decisión.
En el ámbito institucional, el Parlamento de Gasteiz pidió el pasado mes de enero al Ministerio español de Interior que se concediese asilo político al joven activista.
También el entonces diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, recibió a Aalia y le mostró el compromiso de la Diputación por darle «toda la cobertura posible».