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La campaña de objeción fiscal de la CAV arranca con el bloqueo del Gobierno militar de Bilbo

La campaña de objeción fiscal de la CAV ha arrancado con una acción que ha consistido en el encadenamiento de dos activistas vestidas de sanitarias bloqueando el acceso al Gobierno Militar de Bilbo.

La campaña de objeción fiscal de la CAV ha arrancado con el bloqueo del Gobierno militar de Bilbo. (NAIZ)
La campaña de objeción fiscal de la CAV ha arrancado con el bloqueo del Gobierno militar de Bilbo. (NAIZ)

La Plataforma por la Objeción Fiscal del País Vasco ha iniciado su campaña con una acción que ha consistido en el bloqueo del acceso al Gobierno Militar de Bilbo por parte de dos activistas vestidas de sanitarias. Además, han decorado el acceso con el Hastagh: #GastuMilitarrikEz.

Esta acción ha tenido lugar después de que, según han señalado desde el citado colectivo, «en 2020, el Estado gastara más de 30.000 millones de euros en diferentes partidas destinadas a militarismo, (tanques, buques de guerra...). Todo esto mientras estamos en mitad de una grave crisis socio-sanitaria, siendo las necesidades sanitarias y de protección social las que deberían ser la prioridad para el gasto público».

Han añadido que «este obsceno gasto público en militarismo supone, de media, un coste de más de 700 euros a cada contribuyente. Además, de cara a 2021 estos gastos se incrementarán considerablemente, ya que el nuevo proyecto de presupuestos generales del estado contempla un aumento de casi el 5% para el Ministerio de Defensa».

Han augurado que «las subidas continuarán en el futuro, dado que la ministra Margarita Robles anunció este mismo año el compromiso de continuar aumentando el presupuesto de este ministerio durante los próximos años».

«Esta enorme cantidad de dinero proviene de nuestros impuestos» ha declarado una activista de la Plataforma, y «por eso, este año volvemos a abrir oficinas de Objeción Fiscal en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde ayudamos sin coste alguno a la gente a desobedecer a esta injusticia y a que puedan desviar una parte de sus impuestos a otras iniciativas sociales que trabajen en la construcción de alternativas de carácter transformador y solidario».

Las organizaciones promotoras han defendido «la objeción fiscal como una herramienta que nos empodera personal y colectivamente y nos permite ser protagonistas en la construcción de una sociedad más justa».

La campaña por la objeción fiscal se suma a otras que durante este último año han exigido que «los innecesarios gastos militares se destinen a necesidades sociales y a recursos sanitarios para hacer frente a la crisis y desigualdad agravada por el covid».

Para facilitar el contacto con dichas oficinas y coger cita han puesto en marcha una página web.