«La muestra de agua W-PZ1 supera el Valor Indicativo de contaminación severa para las Dioxinas y Furanos con 0,0059 ng/l en I-PCDD/F-TEQ Límite Superior y 0,0064 ng/l en WHO-PCDD/F-TEQ Límite Superior».
«Cabe destacar que las dioxinas y los furanos son tres de los doce contaminantes orgánicos persistentes (COP) reconocidos internacionalmente. Las dioxinas son un tipo de compuestos orgánicos tricíclicos clorados que abarca un grupo de 75 congéneres policlorodibenzo-p-dioxinas (PCDD) y 135 policlorodibenzofuranos (PCDF)».
«Se concluye que, al haberse detectado concentraciones de dioxinas y furanos en el agua subterránea que han superado el Valor de Intervención de la lista holandesa (VIH), procedería la realización de una investigación detallada y una valoración de riesgos siguiendo la metodología descrita en el Anexo VIII del Real Decreto 9/2005 y el anexo III del Decreto 209/2019, únicamente en esta zona».
«Los resultados del presente estudio deben ser puestos en conocimiento de la administración competente en materia medioambiental».
Los párrafos anteriores que describen la existencia de «contaminación severa» por dioxinas y furanos en las aguas subterráneas de la incineradora de Zubieta, corresponden al «Informe de Seguimiento de la Instalación» realizado por la empresa SGS a petición de la firma ‘Ekondakin Energía y Medioambiente’ que explota la incineradora y tiene fecha del 3 de agosto de 2021, hace ahora un año.
Se puede encontrar, con muchas dificultades, en los archivos del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, que dirige Arantxa Tapia.
Pese a su claridad, no parece que la Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental (antes Medio Ambiente) de Amaia Barredo haya tomado ninguna medida al respecto.
Otro informe preocupante
En los archivos de la Viceconsejería también puede hallarse el informe, de diciembre de 2021, de la‘Campaña de control del suelo y las aguas subterráneas y superficiales en el marco de la AAI del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa’ por la ingeniería Idom, que recoge en los muestreos de suelo que «para el caso de los TPHs, la muestra PZ2-M1 posee una concentración de 82 ± 19,60 mg/kg, siendo el límite establecido en el Real Decreto 9/2005 de 50 mg/kg de TPHs. La muestra PZ2-M2 supera el límite establecido en el VIE-B para un Uso Industrial para el caso del fenol con una concentración de 100 ± 32,00 mg/kg. Siendo el límite de 25 mg/kg».
Cabe aclarar que el fenol es un compuesto orgánico aromático muy venenoso y peligroso para la salud (sistema nervioso central, tumores...). Su origen está asociado a la combustión de residuos y plásticos.
El informe de Idom señala que «debido a las superaciones detectadas en las diferentes campañas de muestreo se recomienda llevar a cabo un ACR (Análisis Cuantitativo de Riesgos) de cara a determinar si existe un riesgo inadmisible para la Salud Humana durante el uso del emplazamiento».
La ingeniería también «recomienda llevar a cabo un control periódico tanto de las aguas subterráneas como para las aguas superficiales.
A la vista de los resultados obtenidos, para la toma de muestras se debería de utilizar los piezómetros SP1, PZ1, PZ2 y muestrear el dren de fondo y la regata Arkaitz tanto aguas arriba como aguas abajo».
«Desmiente a GHK»
Los mencionados informes han sido hallados por GuraSOS, que al hilo de la presente contaminación de Arkaitzerreka, que está investigando ya la Fiscalía de Gipuzkoa, ha escarbado en el Informe anual de Vigilancia Ambiental, que preceptivamente presentaron los titulares de la instalación a finales de marzo de 2022 ante la Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental.
A su entender, estos informes pedidos por la propia empresa que explota la Incineradora, desmienten los últimos comunicados de GHK, según las cuales la entidad desconocería los motivos por los que la regata muestra dichos signos de contaminación.
Es más, en su último escrito, GHK asegura que «análisis químicos y biológicos» demuestran que el estado de la regata «es considerablemente mejor aguas abajo» de la incineradora que antes de llegar a ella. Junto a ello, quiso mandar a la ciudadanía «un mensaje de tranquilidad, ya que los controles realizados están certificando el buen funcionamiento de la planta».
En cambio, GuraSOS sostiene que «no estamos ante un vertido puntual. Estamos ante algo mucho peor. Existe un gravísimo problema de contaminación del suelo y las aguas subterráneas debajo de la incineradora. Un problema permanente y conocido por empresa y Gobierno al menos desde el verano de 2020».
Recuerda que «los niveles de contaminación hallados superarían en la mayoría de los casos el denominado ‘valor de intervención’, que es aquel por encima del cual se asume que existen riesgos inaceptables para la salud o el ecosistema».
La incineradora va sumando un cúmulo de despropósitos
El fiscal jefe de Medio Ambiente de Gipuzkoa ya tiene abierta una investigación para aclarar las circunstancias y determinar la autoría de la contaminación que sufre la regata Arkaitzerreka desde el pasado 13 de julio. La diligencias «para localizar las posibles filtraciones de lixiviados o de cualquier sustancia a las aguas subterráneas que son recogidas por el dren de fondo que descarga en la regata» están en manos de Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, «dos de cuyas patrullas han sido vistas tomando muestras en el lugar de los hechos».
Los juzgados donostiarras ya tenían abierta otra causa por otro vertido de amoniaco a Arkaitzerreka de mayo de 2020, que produjo la muerte de numerosos peces y también, según algunas fuentes, de ovejas que abrevaron en la regata contaminada. Para el 16 de setiembre ha citado a declarar como investigado al director de GHK, César Gimeno, y a cargos de otras empresas.
Además de estos episodios de contaminación, el pasado 1 de junio este medio informó de que la incineradora de Zubieta sufrió 86 paradas y arranques durante su primer año de funcionamiento en sus dos líneas de incineración, cuando la recomendación europea es evitar este tipo de paradas y arranques. Esto produjo que se superaran los límites de emisiones de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y carbonos orgánicos totales. Fuentes gubernamentales negaron el dato, que está recogido en un estudio realizado por Gorka Bueno, doctor ingeniero de telecomunicaciones y especialista en sostenibilidad, y Carlos Arribas, físico y especialista en contaminación industrial, en base a dados de la propia Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental.
Por otro lado, en mayo el transformador principal de la planta incineradora de Zubieta sufrió otro «accidente industrial grave» que lo inutiliza para generar electricidad y verterla en la red, que es el objetivo de esta instalación.
«Zubieta requiere mayor control»
Los informes sobre las aguas subterráneas y el suelo de la incineradora de Zubieta han sido hallados por GuraSOS buceando en documentación oficial que está en manos del Gobierno de Lakua, y por ello entienden que esto obliga a la Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental a que «rompa su silencio al respecto, porque desde marzo de 2021 es perfectamente conocedora del contenido de los informes aludidos y desde entonces hasta hoy ha escurrido el bulto sin pronunciarse».
Insisten en que «no estamos ante un vertido puntual. Estamos ante algo mucho peor. Existe un gravísimo problema de contaminación del suelo y las aguas subterráneas debajo de la incineradora. Un problema permanente y conocido por empresa y Gobierno al menos desde el verano de 2020».
Abundando en ello, GuraSOS sostiene que «cada mes ocurre algo en esa incineradora que pone al descubierto que se trata de un auténtico fiasco a la ciudadanía. No sólo no soluciona nada, sino que agrava el problema medioambiental en el territorio» . GuraSOS asegura que conoce que «este desmán está generando controversia incluso en la propia Administración. Lo sabemos de buena fuente –apostilla–. Hay que poner fin a esto», concluye la asociación.
GuraSOS advierte de que «seguirá poniendo en manos de la Fiscalía todos los datos de los que dispone», pero al mismo tiempo «hace un llamamiento a la Diputación de Gipuzkoa para que se avenga al diálogo con la sociedad y, como asociación, muestra su mejor disposición para ello».
Subraya que «la incineradora de Zubieta, ahora que ya está construida, requiere de control democrático, control social, que los dispositivos administrativos actuales no pueden garantizar. Y mientras ese control democrático no sea efectivo, es urgente que las instalaciones cesen su actividad en aquellos apartados que son fuente de gravísima contaminación y falta de seguridad».