Los soberanistas rechazan la propuesta del PNV, exigiéndole que, en primer lugar, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de 2007, proceda a la retirada de todos los honores y signos de enaltecimiento de la dictadura de Franco.
La coalición recuerda que en abril de 2013 ya propusieron al equipo de gobierno actuar y este lo rechazó sin más explicaciones. Ha sido a raíz del revuelo político y mediático originado por la cobertura que dan los jeltzales al franquismo cuando han actuado.
A pesar de que existen informes de la Dirección de Derechos Humanos de Lakua y de Eudel, el Gobierno municipal ha presentado un informe encargado a dos catedráticos de la UPV-EHU con el que pretende sortear las exigencias de la Ley de Memoria Histórica para mantener los retratos de los ocho primer ediles franquistas que ocupan un lugar destacado en la planta noble del edificio consistorial. La fórmula es crear un espacio de «conocimiento e interpretación de los alcaldes de Bilbao en el curso de sus 700 años de historia». Esa «galería interpretativa», de la que el director del Gabinete de Alcaldía, Andoni Aldekoa, ha dicho que habrá que consensuar entre los partidos cómo será y dónde se instalará, se pretende convertir en lugar de visita de escolares.
Respecto a las medallas, Aldekoa ha anunciado que se estudiará el motivo por el que se fueron concedidas y si lo fueron por causas relacionadas con la dictadura se les retirarán. Nada ha dicho del futuro del paseo de Rafael Sánchez Mazas, fundador de Falange; o del escudo franquista que luce en la sede de Hacienda española en la céntrica plaza Moyúa.